domingo, 16 de agosto de 2009

TURISMO EN BERLÍN

Una ciudad mítica. Vivió en carne propia la división en el mundo bipolar de la post-guerra. El Muro de Berlín, un elemento significativo para su historia, queda hoy en el recuerdo. Un viaje a través de la ciudad y un hermoso análisis de cómo se vive hoy Berlín, tras la caída del Muro.
Un interesante artículo publicado en el Diario La Nación - Domingo 16 de agosto de 2009.

Berlín: paredón y después
A 20 años de la caída del Muro, un recorrido por sus restos y los rastros de la historia reciente que subsisten repartidos por la ciudad

BERLIN.- Es difícil caminar por esta ciudad e imaginar cómo era hace veinte años. Aunque los vestigios de su historia estén a la vista y dos adoquines alineados recuerden el trayecto de un muro que durante 28 años dividió al país, en algunos aspectos la actual Berlín parece ajena al pasado.
A punto de celebrar el vigésimo aniversario de la unificación (el 9 de noviembre), Berlín resulta hoy una de las más fuertes influencias políticas en el ámbito de la Unión Europea y brilla como una de las ciudades más importantes del mundo, revestida por una moderna fisonomía.
Inevitablemente, una de las preguntas frecuentes entre quienes la visitan es ¿y por dónde pasaba el Muro? Para ellos, por cierto, no sólo existen guías que marcan el recorrido, sino que subsisten restos de la construcción en distintos puntos de la ciudad. Tenía 3,60 metros de altura y medía 155 kilómetros, de los cuales 43 separaban Berlín. La mayor parte fue reciclada y reutilizada en la reconstrucción de calles y miles de trozos se vendieron o se venden en negocios como souvenirs. De lo que aún queda en pie hay partes en buen estado y otras muy castigadas tanto por factores climáticos como por cazadores de souvenirs. A continuación, cuatro locaciones imperdibles para conocer de cerca esta historia.
Bernauer Straße
Una de las calles víctimas de la división. Aquí, el límite corría entre la vereda y las paredes de las casas. Ahora ya no se ven los hogares que fueron tapiados por el Muro. Los vecinos, de la noche a la mañana, pasaron a depender de regímenes políticos opuestos y hoy, un centro de documentación que cuenta con un mirador para observar la parte interna de los restos del Muro ( a diferencia de los demás lugares, sin un solo grafiti) y una capilla reconstruida, junto a un paseo de imágenes en blanco y negro, recuerdan lo sucedido.
La capilla de la Reconciliación se eleva en lugar de la iglesia, que llevaba el mismo nombre, destruida en 198 5 por estar directamente en el límite, másprecisamente en la llamada franja de la muerte. Esta capilla, construida en madera, recuperó el altar original y las campanas de la antigua.
A pocos metros se ubica el centro de documentación inaugurado en noviembre de 1999, en conmemoración de los 10 años de la caída del Muro. Ofrecevideos de la época, documentos sobre la historia de esta calle, grabaciones de programas de radio, así como visitas guiadas en forma gratuita. Cuenta con una terraza-mirador que ofrece una interesante vista panorámica de la zona con restos de instalaciones fronterizas (torres de vigilancia, búnkeres, sectores para perros y obstáculos de alambre), una de las pocas que todavía se conservan.
Centro de documentación: calle Bernauer Straße 111. De abril a octubre, de 10 a 18; noviembre a marzo, de 10 a 17, con entrada gratuita. Cómo llegar: bus 245, línea 8 del metro (U 8), hasta la estación Bernauer Straße. Líneas 1 y 2 del tren urbano (o tranvía) (S 1 y S 2), hasta la estación Nordbahnhof.
Checkpoint Charlie
Uno de los principales pasos de frontera, testigo de enfrentamientos y fugas espectaculares con finales felices o trágicos, es hoy una de las atracciones turísticas más fotografiadas de Berlín. Allí se encuentra un museo con fotografías y piezas como carteles con advertencias. También, la posibilidad de hacer estampar el pasaporte por 5 euros con sellos de aquellos años.
A pocas cuadras, después de pasar locales de souvenirs y algún recuerdo del Muro donde la gente espera su turno para la foto, por la calle Friedrichstraße se inicia una zona comercial con tiendas como Louis Vuitton, Prada y Lafayette.
Museo del Muro: calle Friedrichstraße 43 - 45. Abierto todos los días, de 9 a 22. La entrada tiene un costo de 12,50 euros para adultos y 5,50 para menores de 10 años. Cómo llegar: bus M29, parada Kochstraße o línea 6 del metro (U6) hasta la estación U-Bahn Kochstraße.
East Side Gallery
Un poco alejado del centro de la ciudad se encuentra el tramo más largo que se conserva del Muro. En esta zona, el río Spree constituía el límite y el Muro se levantó a pocos metros de la orilla. Tras la caída, más de cien artistas de 21 países dejaron sus obras impresas en los 1300 metros de pared, con tono político y también poético.
Esta galería fue declarada monumento nacional y llega hasta Oberbaumbrücke, puente de construcción neorromántica que es el cruce histórico más largo del río Spree y funcionó como paso fronterizo. Una gran obra de arte al aire libre que está siendo reparada para llegar a los festejos de noviembre con todo su esplendor, especialmente para borrar grafitis y firmas de turistas que dejan su nombre o país escritos en la pared, y rescatar las pinturas que en muchos casos quedaron tapadas.
Calle Mühlenstraße. Acceso libre. Cómo llegar: trenes S3, S5, S7, S9 parada Ostbahnhof, o línea 1 del metro (U1) hasta la estación de Warschauer Straße.
Potsdamer Platz
Si no fuera por los cinco metros que aún resisten, nada hace pensar que el Muro efectivamente pasaba por la calle Stresemannstraße. Sinembargo, Potsdamer Platz, además del corazón de Berlín fue también el lugar más afectado por la frontera. Durante los años de la Guerra Fría desapareció bajo barreras antitanques, aunque nada pudo derribar su espíritu y a tan sólo tres días de la caída del Muro la vida urbana comenzó a reconquistar la zona.
Tardaron 10 años en su reconstrucción total, que hoy deslumbra con edificios modernos, hoteles de lujo y el espectacular Sony Center. En esta plaza también se ubica la sede el Festival de Cine de Berlín. En el mismo lugar donde fue colocado el primer semáforo de toda Europa, los fragmentos del Muro que allí se conservan, a espaldas del hotel Ritz Carlton, son otro punto de encuentro para turistas. Grandes carteles separan los restos de hormigón donde la gente se detiene a leer parte de la historia, a tomar fotografías y con suerte encontrar al soldado disfrazado para que le sellen el pasaporte o sólo para sonreír a cámara.
Cómo llegar: a la estación de tren Potsdamer Platz S1, S2, S25, con el metro línea 2 (U2) a estación Potsdamer Platz, o con el bus 200 o 347.
Por María Fernanda Lago Para LA NACION
Fotografía: Wicked Magazine