miércoles, 12 de agosto de 2009

CHOQUE DE PLANETAS - Agosto 2009


El telescopio espacial Spitzer detectó los restos de un choque de dos planetas en torno a una estrella, según ha revelado la NASA.
Uno de los planetas era del tamaño de la Luna (diámetro aproximado 2.500 km) y el otro como Mercurio (diámetro aproximado 4.900 km). La colisión ocurrió hace varios miles de años, poco tiempo en términos astronómicos. En un comunicado, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) indicó que el impacto desintegró el cuerpo más pequeño en un choque tan violento que vaporizó sus rocas y lanzó al espacio enormes estelas de lava.
Se calcula que el desplazamiento de ambos cuerpos ocurrió a una velocidad de más de 36.000 kilómetros por hora.
El informe sobre la investigación será publicado en la edición correspondiente al 20 de agosto de la revista 'Astrophysical Journal'. Este es un hecho poco frecuente y de muy corta duración, pero fundamental en la formación de planetas similares y satélites naturales.
Según los científicos que participaron en la investigación, el choque cósmico pudo haber sido similar al que dio origen a nuestra Luna hace unos 4.000 millones de años cuando un cuerpo del tamaño de Marte se estrelló contra la superficie terrestre.
"La fuerza de esa colisión fue tan grande que debe haber derretido la superficie de la Tierra", indicó Geoff Bryde, científico de JPL y coautor del informe. Los restos de esa colisión formaron un disco que tras el paso de millones de años se convirtió en lo que ahora es la Luna.
La colisión descubierta por el Spitzer ocurrió en las cercanías de la estrella HD 172555, a unos 100 años luz (año luz = aproximadamente 9.460.800.000.000 km) en la constelación del Pavo.
Durante la observación y el análisis, descubrieron la presencia de roca vaporizada en forma de monóxido de silicio y también roca fundida como la obsidiana (llamada también "vidrio volcánico"). En la Tierra, la obsidiana se encuentra habitualmente en los volcanes y en un tipo de rocas llamadas tectitas. Las tectitas se forman en condiciones de gran presión y temperatura y a gran velocidad. Los científicos afirman que las mismas se han formado tras el impacto de un gran meteorito en la superficie terrestre.